La alimentación es una parte fundamental para mejorar tu descanso y poder dormir mejor, así que sigue leyendo y conoce más de este tema.
Prestamos atención a nuestra dieta cuando se trata de nuestro peso, pero los errores comunes de los alimentos a la hora de dormir también pueden tener un gran impacto en su calidad de sueño.
De hecho, tu dieta podría ser una de las principales razones por las que no puedes dormir, a esto puedes sumar la compra de colchones para que se complemente con tu descanso.
Después de años de estudiar el sueño, me doy cuenta de que tenemos que centrarnos en mejorar nuestra dieta para desbloquear el sueño y sus beneficios.
Pero no se trata sólo de lo que añades a tu dieta, sino también de cuándo comes. Permíteme compartir contigo estos cinco sencillos consejos para optimizar tu dieta y no tener que sufrir más noches de insomnio.
Hábitos sanos para tu dieta nocturna
Come alimentos con melatonina
Tus padres no mentían cuando te decían que la fruta era buena para ti. Por supuesto, todos sabemos que las frutas y verduras frescas proporcionan nutrientes vitales para ayudar a nuestro cuerpo a funcionar en niveles óptimos. Pero ¿sabías que añadir más fruta a tu dieta también podría mejorar la calidad de tu sueño?
Varias frutas, como las naranjas, los plátanos, la piña, las uvas e incluso los tomates, son naturalmente ricas en melatonina.
La melatonina es una hormona vital para regular nuestros ciclos de sueño y vigilia. Las investigaciones han demostrado que la melatonina puede acortar el tiempo que se tarda en conciliar el sueño, al tiempo que alarga el sueño REM.
Esto significa que, simplemente añadiendo alimentos ricos en melatonina a su dieta, puede mejorar la calidad de su sueño, reducir la fatiga diurna y aumentar sus niveles de energía.
Las frutas que he mencionado, y especialmente las cerezas ácidas, son todas grandes fuentes de melatonina. Si no te apetece la fruta, los cereales integrales, como los copos de avena, y los frutos secos y las semillas también pueden darte un impulso natural de melatonina.
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Reduce el consumo de grasa
Este es un punto en el que he estado haciendo hincapié durante años. Los alimentos con alto contenido de grasa -incluyendo las hamburguesas de comida rápida, la margarina y las papas fritas- saben bien, pero también interrumpen nuestro sueño.
Hace unos años, escribí sobre un estudio en el que se analizaron ratas con dietas altas en grasas durante ocho semanas.
Al final, las dietas ricas en grasas provocaron más tiempo de sueño, pero también un sueño más fragmentado. Así que no sólo los alimentos altos en grasa se correspondían con una mayor pereza, sino también con un sueño menos efectivo.
Reduce el picante por las tardes
Si eres como yo, eres un gran fan de las comidas picantes, pero si las comidas picantes son una parte diaria de tu dieta, es posible que quieras considerar cuándo y con qué frecuencia las comes para evitar dañar tu calidad de sueño.
Varios estudios han analizado la relación entre una dieta rica en alimentos picantes y el sueño. El ejemplo más famoso procede de Australia, donde los investigadores hicieron que los participantes comieran alimentos con tabasco y mostaza algunas noches, seguidas de noches sin alimentos picantes antes de acostarse.
Los resultados mostraron que la noche en que los participantes comieron alimentos picantes, hubo un cambio notable en sus patrones de sueño; no sólo tardaron más en dormirse, sino que también pasaron menos tiempo en general en el sueño profundo en comparación con las noches sin comidas picantes.
Los investigadores creen que la capsaicina, un compuesto que se encuentra en los alimentos picantes, podría ser el principal culpable. Se cree que la capsaicina eleva la temperatura corporal, lo que interfiere con un sueño confortable.
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