En los tiempos que vivimos el sueño es una de las cosas que más han cambiado, tanto así que el insomnio ya es un problema muy serio a resolver.
En nuestra sociedad moderna, el sueño puede ser difícil de conseguir o difícil de rendir por cualquier número de razones.
En un mundo de alta tecnología y ritmo acelerado como el nuestro, demasiados de nosotros sufrimos horarios poco prácticos, sesiones de estudio que duran toda la noche y una presión incesante por parte de amigos, familiares y de nosotros mismos para ser el próximo gran éxito.
Tales condiciones y estándares de vida conducen rápidamente a trastornos que quitan el sueño, como la ansiedad, la manía y el estrés crónico, que nos mantienen despiertos por la noche con una lista perpetua de preocupaciones.
Para los desafortunados que padecen insomnio (aproximadamente una de cada tres personas) el sueño no llega aunque lo deseen.
¿Cuánto tiempo se puede estar sin dormir?
Es una pregunta complicada, que no tiene una respuesta tan fácil. Si te preguntas cuánto tiempo puede permanecer tu cuerpo despierto sin apagarse por completo e involuntariamente, el récord mundial es de 264 horas (poco más de 11 días).
En 1964, un estudiante de bachillerato llamado Randy Gardner puso a prueba los límites de su cuerpo y de su mente permaneciendo despierto todo el tiempo que pudo para un experimento científico del instituto.
Al parecer, Gardner estuvo 264,4 horas sin dormir, lo que sigue siendo el récord mundial oficial que se ha documentado científicamente.
Las investigaciones demuestran que los efectos negativos de la privación del sueño no suelen tardar más de 24 horas en producirse, excepto en algunos casos médicos raros, como el del hombre de 27 años que pasó meses sin dormir.
Tras sólo 24 horas sin dormir, empezarás a notar un retraso en la cognición. Su memoria se debilitará, sus pensamientos se volverán lentos y puede ser difícil mantener una sola línea de pensamiento.
Su juicio se verá afectado, su toma de decisiones se volverá descuidada y es probable que experimente una disminución de la coordinación mano-ojo.
Si sólo ha experimentado estos efectos secundarios de forma leve, es posible que no se dé cuenta de la gravedad de los mismos.
Un estudio reciente publicado en el International Journal of Occupational Medicine and Environmental Health sugiere que unas meras 24 horas sin dormir son dignas de comparación con una ingesta de alcohol del 0,10%, y la investigación implica que la afección empeora con cada hora que el cuerpo está continuamente privado de sueño.
Esto significa que las personas privadas de sueño pueden convertirse rápida y fácilmente en un peligro para sí mismas o para los demás, especialmente si dichas personas están al volante de un coche, o si van a por el burrito nocturno que tanto se merecen después de tres noches consecutivas sin parar de estudiar o de trabajar en turnos consecutivos.
¿Qué causa la falta de sueño?
Hay muchos factores que pueden contribuir a la privación del sueño. He aquí algunos:
- El estrés: Si estás preocupado por algo, es fácil que acabes despierto por la noche pensando en ello, lo que te lleva a dormir mal y a perder el sueño.
- Hábitos de sueño: Si te acuestas a horas muy diferentes, haces largas siestas durante el día o trabajas constantemente en la cama puedes alterar tu horario de sueño.
- Trabajo: Si trabajas hasta tarde o tienes que trabajar durante la noche puedes caer fácilmente en la falta de sueño.
- Entorno: La situación en la que duermes juega un papel importante en la cantidad de sueño que tienes por la noche. Cosas como un barrio ruidoso, un dormitorio lleno de luz o un colchón queen size incómodo pueden contribuir a la privación del sueño.
- Estimulación antes de acostarse: La participación en actividades que estimulan el cerebro, como el uso de pantallas, el consumo de cafeína o el ejercicio, pueden contribuir a que le cueste más conciliar el sueño y a aumentar las probabilidades de sufrir privación del mismo.
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