niño usando celular en la cama

Aleja las pantallas de tus hijos para que duerman bien

Si tus hijos tienen problemas para dormir o tardan mucho tiempo en ir a la cama por no tener sueño, quizá debas considerar quitarle las pantallas.

Los dispositivos en el dormitorio están asociados a la pérdida de tiempo y calidad del sueño de los niños, según una nueva investigación.

¿Qué tan buenos son los dispositivos móviles en niños y adolescente?

Para los niños y adolescentes, el uso de teléfonos móviles, tabletas y ordenadores por la noche está asociado a la pérdida de tiempo y calidad del sueño, según una nueva investigación.

Incluso los niños que no utilizan sus teléfonos o las otras tecnologías que llenan sus dormitorios por la noche están perdiendo tiempo de sueño y se vuelven propensos a la somnolencia diurna, según el análisis publicado en JAMA Pediatrics.

A qué edad los niños pueden tener celular

El análisis encontró “un patrón consistente de efecto en una amplia gama de países y entornos”, dijo el Dr. Ben Carter, autor principal y profesor senior de bioestadística en el King’s College.

Carter y sus colegas escarbaron en la literatura médica para identificar cientos de estudios aplicables realizados entre el 1 de enero de 2017 y el 15 de junio de 2020.

Eligieron 20 informes de investigación que incluían un total de 125.198 niños, divididos uniformemente por género, con una edad media de 14 años.

Los resultados del análisis

Por otro lado, a pocos padres les sorprenderán los resultados: El equipo descubrió una “asociación fuerte y consistente” entre el uso de dispositivos multimedia a la hora de dormir y una cantidad de sueño inadecuada, una calidad de sueño pobre y una somnolencia diurna excesiva.

Sin embargo, sorprendentemente, Carter y su equipo descubrieron que los niños que no utilizaban sus dispositivos en sus dormitorios seguían viendo interrumpido su sueño y eran propensos a sufrir los mismos problemas. Las luces y los sonidos emitidos por la tecnología, así como el propio contenido, pueden ser demasiado estimulantes.

Aunque Carter admite que uno de los puntos débiles del análisis fue “la forma en que se recogieron los datos en los estudios primarios: autoinformes de padres y niños”, muchos de nosotros probablemente reconoceremos los hábitos de nuestras propias familias reflejados en las estadísticas.

La dificultad de dormir bajo el acoso de la tecnología

Una encuesta a gran escala realizada por la Fundación Nacional del Sueño (PDF) informó en 2017 que el 72% de todos los niños y el 89% de los adolescentes tienen al menos un dispositivo en su entorno de sueño. La mayor parte de esta tecnología se utiliza cerca de la hora de acostarse e incluso en sus colchones siguen usando los dispositivos, algo que no es muy sano para dormir.

Usar el celular para calmar a un niño le impediría aprender a autocalmarse.  Le hacemos un daño | Upsocl

Según Carter y sus coautores, esta tecnología omnipresente influye negativamente en el sueño de los niños al retrasar su hora de dormir, ya que terminan de ver una película o de jugar un juego más.

Los investigadores explican que la luz emitida por estos dispositivos también puede afectar al ritmo circadiano, el reloj interno que mide el tiempo de los procesos biológicos, incluida la temperatura corporal y la liberación de hormonas.

Una hormona concreta, la melatonina, induce el cansancio y contribuye a la sincronización de nuestros ciclos de sueño y vigilia. Las luces electrónicas pueden retrasar la liberación de melatonina, alterando este ciclo y dificultando la conciliación del sueño.

No es solo el dispositivo, es el contenido

Carter y sus coautores también sugieren que el contenido online puede ser psicológicamente estimulante y mantener a los niños y adolescentes despiertos mucho más allá de la hora en que apagan sus dispositivos e intentan dormir.

“El sueño es vital para los niños”, dijo el Dr. Sujay Kansagra, director del programa de medicina del sueño de neurología pediátrica del Centro Médico de la Universidad de Duke, que no participó en el nuevo análisis.

“Sabemos que el sueño desempeña un papel crucial en el desarrollo del cerebro, la memoria, la autorregulación, la atención, la función inmunitaria, la salud cardiovascular y mucho más”.

Kansagra, autor de “Mi hijo no duerme”, señaló que el periodo de mayor desarrollo del cerebro se produce en nuestros primeros tres años de vida, que se corresponde con el momento en que necesitamos y obtenemos más horas de sueño. “Es difícil creer que esto sea una coincidencia”.

Kansagra dijo que es posible que los padres subestimaran el uso de dispositivos por parte de los niños durante la noche, pero lo más probable es que la tecnología simplemente interfiera con la higiene del sueño.

“Por ejemplo, los niños a los que se les permite tener dispositivos en su habitación pueden ser más propensos a evitar una buena rutina de sueño, que sabemos que es útil para el sueño”, dijo.

Por estos resultados, se debe de pensar si los niños deben de tener acceso a la tecnología en horarios donde su actividad debe de enfocarse al descanso.

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